El apóstol número 13
Se suponía que eran 12, pero como se trata aquí de seducir la máscara del misterio que nos seduce, presiente el juglar este universo, bautizándolo El Apóstol Número 13. Lo trae a la existencia después de su riguroso diálogo creativo con El Misterio Bufo del maestro Darío Fo, uno de los encuentros gratos que le han servido a este viajero como impulso creativo para desentrañar aquellos elementos narratúrgicos, enriqueciendo la búsqueda de una juglaría propia, que se reinventa y juguetea, teje y se arriesga en los principios, precipicios y peripecias de la teatralidad que desde muy niño lo han venido madurando como ser humano; artesano singular de la palabra juglar.
Esta es la palabra agridulce contada y cantada por un juglar amoroso que camina hacia nosotros, sacando la larga lengua rosada repleta de sal y espinas, para recordarnos que la poesía yace entre la vida y la muerte, dos fuerzas que se odian y se aman al mismo tiempo.